Un segundo de canciones,
óperas escritas con tinta sepia;
recuerdos abandonados en París
llenos de lluvias casuales
y esperas incompletas.
Estatuas de sal
aparecen en mi camino nostálgico;
un devenir de olas amadas y odiadas
con tu imagen en medio de las aguas.
Profundos pensamientos se arremolinan,
hablan en voz en off.
Mi retiro no me permite dejarte,
sólo me acerca a un precipicio.
La incertidumbre es el sin sentido de lo desconocido,
es la esencia de tu comportamiento;
ben(mal)dita ontología humana
hecha mujer, hecha niebla oscura.
Vuelvo a mis canciones
pequeños flashback,
abandono diplomático
de mi futuro pasado hostil.
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