1 de agosto de 2008

Mirar el horizonte del reflejo de un espejo (Segundo Poema cuántico)

Una noche eterna se levanta
como una vela que se apaga con la brisa leve de una flor;
en esta noche se pierde mi aire ;
se caen mis esquemas,
es muy tarde para remediar todo mi pasado.

Grito entre la muchedumbre
que busca un resquicio de serenidad,
los tambores se oyen con las voces de un lados oscuro,
en esta oscura noche
no hay una posibilidad
de salir de acá
partir a rescatar mi última opción de sacar partido a un atardecer.

Mi exilio esta destinado
en una carta rojiza
que se destroza con mi huida
el no que grito,
se pierde entre artimañas para salvarme;
está todo en un no y en la posibilidad de quemar esa carta.

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